Familias de Caná
Familia Sigler Alcántara
Nos conocimos de una forma un tanto peculiar… María Fernanda, nacida en Mérida, comienza a trabajar en Cádiz; y yo, nacido en Chiclana, la conozco en Mérida.
Después de casarnos, nos fuimos a vivir al Puerto de Santa María. Allí nació nuestra hija y comenzó a fraguarse nuestra relación con Dios. Ya dábamos catequesis cuando conocimos la Renovación Carismática y comenzamos a ir a un Grupo de Oración. Nuestra vida iba bien hasta que yo, María Fernanda, entré en una depresión importante.
Con motivo de la depresión de María Fernanda, y también por mi trabajo, nos trasladamos a Chiclana. Aquí se fortaleció nuestra relación con la Renovación Carismática, y seguimos asistiendo a un Grupo de Oración.
Estuvimos viviendo de esta experiencia por unos buenos pocos de años… En el año 2002, José Antonio me propone ir a un Encuentro de Familias en Galicia. Y yo le respondo que para qué ir tan lejos.
La verdad es que para mí, José Antonio, fue una búsqueda inconsciente: sentía que debíamos ir a ese Encuentro. Así que nos plantamos toda la familia en Allariz y conocimos personalmente a otras familias y a Comunidade Caná. Ya teníamos referencia de ella.
Ese verano fue como un nuevo inicio para nuestra vida de fe. Después no faltamos a ningún Encuentro, hasta que nos dimos cuenta de que formábamos parte, los tres, de Familias Invencibles desde su gestación.
Simultáneamente, también tuvimos experiencias con otros grupos eclesiales. Y en 2014 pedimos entrar en la Comunidad. El Señor nos planteaba nuevos horizontes y nosotros aceptamos el reto. Damos gracias a Dios porque nunca ha dejado de mimarnos y de cuidarnos. Nosotros tenemos la mirada muy corta, pero el Señor nos ve en el futuro.
La Comunidad nos está ayudando a crecer en nuestra vida matrimonial y familiar. En ella queremos seguir, porque hemos descubierto la visión de Dios para nuestra familia: ser, a pesar de nuestra pobreza, testigos del Amor en medio del mundo. Lo que veníamos buscando desde hacía muchos años… se ha cumplido en Comunidade Caná.
Actualmente seguimos colaborando con Familias Invencibles, con nuestra parroquia y con la Diócesis. Asimismo, mantenemos contacto con otros grupos y proyectos eclesiales. Por todo ello no podemos dejar de darle gracias al Señor.
¡Dios nos bendice!
Jesús, nuestro Señor, ¡sólo Tú nuestro Rey!
Después de casarnos, nos fuimos a vivir al Puerto de Santa María. Allí nació nuestra hija y comenzó a fraguarse nuestra relación con Dios. Ya dábamos catequesis cuando conocimos la Renovación Carismática y comenzamos a ir a un Grupo de Oración. Nuestra vida iba bien hasta que yo, María Fernanda, entré en una depresión importante.
Con motivo de la depresión de María Fernanda, y también por mi trabajo, nos trasladamos a Chiclana. Aquí se fortaleció nuestra relación con la Renovación Carismática, y seguimos asistiendo a un Grupo de Oración.
Estuvimos viviendo de esta experiencia por unos buenos pocos de años… En el año 2002, José Antonio me propone ir a un Encuentro de Familias en Galicia. Y yo le respondo que para qué ir tan lejos.
La verdad es que para mí, José Antonio, fue una búsqueda inconsciente: sentía que debíamos ir a ese Encuentro. Así que nos plantamos toda la familia en Allariz y conocimos personalmente a otras familias y a Comunidade Caná. Ya teníamos referencia de ella.
Ese verano fue como un nuevo inicio para nuestra vida de fe. Después no faltamos a ningún Encuentro, hasta que nos dimos cuenta de que formábamos parte, los tres, de Familias Invencibles desde su gestación.
Simultáneamente, también tuvimos experiencias con otros grupos eclesiales. Y en 2014 pedimos entrar en la Comunidad. El Señor nos planteaba nuevos horizontes y nosotros aceptamos el reto. Damos gracias a Dios porque nunca ha dejado de mimarnos y de cuidarnos. Nosotros tenemos la mirada muy corta, pero el Señor nos ve en el futuro.
La Comunidad nos está ayudando a crecer en nuestra vida matrimonial y familiar. En ella queremos seguir, porque hemos descubierto la visión de Dios para nuestra familia: ser, a pesar de nuestra pobreza, testigos del Amor en medio del mundo. Lo que veníamos buscando desde hacía muchos años… se ha cumplido en Comunidade Caná.
Actualmente seguimos colaborando con Familias Invencibles, con nuestra parroquia y con la Diócesis. Asimismo, mantenemos contacto con otros grupos y proyectos eclesiales. Por todo ello no podemos dejar de darle gracias al Señor.
¡Dios nos bendice!
Jesús, nuestro Señor, ¡sólo Tú nuestro Rey!
Nuestra historia comienza en el Monasterio de Poio (Pontevedra), en la primavera del año 2000. Durante la celebración de una Eucaristía presidida por nuestro arzobispo, D. Julián Barrio, en la Asamblea de Galicia de la Renovación Carismática (RCCE), y en el momento de la Consagración, fue nuestro primer encuentro -visual-. Tardamos un mes y medio en volver a vernos y entablar conversación… Así comenzó un noviazgo que duró solo once meses porque terminó en boda: un compromiso de amor y fidelidad ante Dios que, por su Gracia, continúa hasta el día de hoy.
Tenemos dos hijos maravillosos, Aarón y Rebeca, a quienes transmitimos la Fe que hemos recibido como Regalo de Dios. Nosotros, al igual que otros matrimonios que conocemos, hemos pasado dificultades de toda índole; pero siempre hemos tenido claro que Dios que nos quiere unidos.
Para este crecimiento en el matrimonio nos ha venido de perlas el haber conocido la Fraternidad de Familias Invencibles. Y, posteriormente, haber entrado a formar parte de Comunidade Caná, en la que somos todavía aprendices. Desde 2014 hemos participado semanalmente, toda la familia, en la Casa de Oración de la Comunidad.
Nuestro propósito es crecer más y más en la Fe, siempre en familia, nuestra primera vocación. Así ha ido creciendo nuestro compromiso; no concebimos otra forma de vivir que servir a la Iglesia. Aportamos nuestro granito de arena en la Catequesis Parroquial, ayudando en Cáritas, dando Cursos Prematrimoniales, participando en Familias Invencibles… y aprovechando cualquier momento y situación para dar testimonio de Jesús.
Familia Rodríguez González
Nos conocimos en O Portiño -un suburbio de A Coruña- en marzo de 1975. Entre Montealto y Labañou, en las playas del Orzán y Riazor, nos enamoramos. Hicimos juntos Magisterio y nos casamos en 1978, al terminar la carrera.
Nos conocimos en O Portiño -un suburbio de A Coruña- en marzo de 1975. Entre Montealto y Labañou, en las playas del Orzán y Riazor, nos enamoramos. Hicimos juntos Magisterio y nos casamos en 1978, al terminar la carrera.
Hemos recibido, desde novios, una llamada a la vida comunitaria. Vivimos en comunidad con un capuchino, un franciscano y un salesiano hasta 1980. Después, en diversas aldeas y pueblos de Galicia, como maestros de Educación Primaria en la Escuela Pública. Javier es, también, poeta y compositor. Desde 1989, nuestra casa está en Moaña.
Tenemos tres hijos, que participan activamente con nosotros en la vida eclesial: Martiño (casado con Inmaculada), Lucía (casada con Danilo) y Olalla; y un nieto, Lucas.
Promovemos Encuentros de Familias por toda España: "Familias Invencibles" -decimos-. Hemos editado diversos materiales, juegos y dinámicas para catequesis, novios, educación en familia, evangelización en la calle, etc. Colaboramos en la Pastoral Diocesana en Cursos de Música, Liturgia, Preparación al Matrimonio, Educación afectiva y sexual...
Tenemos tres hijos, que participan activamente con nosotros en la vida eclesial: Martiño (casado con Inmaculada), Lucía (casada con Danilo) y Olalla; y un nieto, Lucas.
Promovemos Encuentros de Familias por toda España: "Familias Invencibles" -decimos-. Hemos editado diversos materiales, juegos y dinámicas para catequesis, novios, educación en familia, evangelización en la calle, etc. Colaboramos en la Pastoral Diocesana en Cursos de Música, Liturgia, Preparación al Matrimonio, Educación afectiva y sexual...
Familia Pérez Sánchez
Nos conocimos en una Asamblea Nacional de la Renovación Carismática en 1985. A los dos años nos casamos. Tenemos dos hijos: Laura y Javier. Vivimos en Majadahonda – Madrid.
A los nueve años de estar casados nos alejamos de Dios, pero Él que es fiel nos estaba esperando. Fue a través de la fraternidad de Familias Invencibles que nos rescató. En 2005 entramos en Comunidade Caná, un gran regalo para nosotros.
En todos estos años hemos vivido situaciones difíciles: paro laboral, enfermedad, con la certeza de que el Señor nos ha sostenido cada día, con la alegría de ser sus hijos amados, predilectos. Especialmente en los momentos más complicados de nuestra vida hemos experimentado la Providencia de Dios, cómo nos ha dado el pan de cada día, no solo el pan material, que nunca nos faltó, sino otro alimento más difícil de tener en determinadas circunstancias de la vida: paz, esperanza, confianza, alegría… Es gracia de Dios poder constatar cómo Él da cada día justo aquello que necesitas.
Actualmente trabajamos activamente en la pastoral familiar, tenemos tanto que agradecer, que no podemos dejar de llevar la buena noticia a nuestros hermanos.
A los nueve años de estar casados nos alejamos de Dios, pero Él que es fiel nos estaba esperando. Fue a través de la fraternidad de Familias Invencibles que nos rescató. En 2005 entramos en Comunidade Caná, un gran regalo para nosotros.
En todos estos años hemos vivido situaciones difíciles: paro laboral, enfermedad, con la certeza de que el Señor nos ha sostenido cada día, con la alegría de ser sus hijos amados, predilectos. Especialmente en los momentos más complicados de nuestra vida hemos experimentado la Providencia de Dios, cómo nos ha dado el pan de cada día, no solo el pan material, que nunca nos faltó, sino otro alimento más difícil de tener en determinadas circunstancias de la vida: paz, esperanza, confianza, alegría… Es gracia de Dios poder constatar cómo Él da cada día justo aquello que necesitas.
Actualmente trabajamos activamente en la pastoral familiar, tenemos tanto que agradecer, que no podemos dejar de llevar la buena noticia a nuestros hermanos.
Colaboramos en la organización de encuentros nacionales de Familias, servimos en el grupo de familias de Madrid (FIAT). Estamos comprometidos en la diócesis con cursillos prematrimoniales, catequesis a padres, y somos los coordinadores de la Mesa de Familias de nuestro arciprestazgo en la Vicaría VII de Madrid. Además colaboramos en el centro de orientación de familias (COF) “Reina de las Familias” en Las Rozas de Madrid.
Familia Wagener Galván
Nuestra historia comenzó en un coro de Madrid. Aunque dimos muchas vueltas, no empezamos a salir hasta julio de 2000 y ya no nos hemos separado nunca. Nos casamos en junio de 2003 y tenemos 3 hijos: Javi, Carlos y Elena.
Mantuvimos nuestra vida en la Iglesia siempre pero sin profundizar mucho por pereza o comodidad, no sé. Pero un día sentimos que estábamos escasos, lo sentimos sin más. No llegaba con ir solo a misa y nos planteamos buscar. Por aquel entonces nuestra cuñada Pilar no paraba de ofrecernos la posibilidad de conocer una Fraternidad de Familias que se hacían llamar Invencibles y al final fuimos a probar. Salimos de allí esperando oír la reacción de nuestros hijos: ellos salieron encantados y deseando volver. Así que volvimos y volvimos y volvimos... y no pudimos dejar de ir a reunirnos con ellos.
Dios decidió trasladarnos a Vigo y allí no había grupo de Familias Invencibles. Buscamos... y localizamos a los inspiradores de esta Fraternidad en España, que resultaban ser de Pontevedra y se llamaban Comunidade Caná. ¡¡Cómo se las gasta Dios!! Con su guía comenzamos el grupo de Galicia Sur de Familias Invencibles y hoy somos "novicios" en esta hermosa Comunidad.
En la Comunidad estamos formándonos... Colaboramos en las Catequesis Prematrimoniales, así como en el Ministerio de Música y en el de Niños.
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