El empuje renovador del Espíritu
La Renovación Carismática es una corriente
de gracia suscitada por el Espíritu Santo tras el Concilio Vaticano II en las
diferentes confesiones cristianas. Se calcula que hay actualmente en el mundo
más de 500 millones de cristianos carismáticos o pentecostales; de ellos, unos
80 millones serían católicos. En palabras del Papa Francisco, "una gran
fuerza al servicio del Evangelio en la alegría del Espíritu Santo"
(Estadio Olímpico de Roma, 2014). “Ustedes, Renovación Carismática -decía
entonces el Santo Padre-, han recibido un gran don del Señor, han nacido del
Espíritu Santo como una corriente de gracia en la Iglesia y para la Iglesia”.
La Renovación cree y vive la experiencia
del poder del Espíritu que sigue, a través de sus carismas, santificando y
capacitando para vivir el Evangelio en plenitud, para evangelizar con poder, como
testigos de Cristo resucitado, y renovar todas las formas de presencia (oración,
vida sacramental, amor fraterno, ejercicio de los diversos ministerios y
virtudes cristianas) de Cristo en la Iglesia y de servicio a las personas.
No se trata propiamente de un “movimiento”
de la Iglesia, sino más bien de la Iglesia en movimiento. Un dinamismo
renovador que ha ido surgiendo por todo el mundo con distintas expresiones:
Grupos de Oración, Comunidades de Alianza, Ministerios y Escuelas de
evangelización, etc.
Este soplo renovador del Espíritu llegó a
Galicia hace cuarenta años. El día de San José de 1975 tuvo lugar el primer
Retiro en el Colegio A Salle de Santiago. Asistieron hermanos de Santiago,
Boiro y A Coruña. Había muchos religiosos (franciscanos, jesuitinas, oblatas,
pasionistas, somascos, maristas, hermanos de A Salle…) y bastantes jóvenes. De
aquel Retiro surgió en Compostela el primer Grupo
de Oración de Galicia: Siquén. Al
año siguiente comienzan otros dos: el Grupo Shalom
(A Coruña), con varias religiosas (esclavas, oblatas, Grande Obra de Atocha),
un sacerdote pasionista (Xesús Prieto) y tres jóvenes (Montse, Javier y Mª
Carmen); y el Grupo Esperanza (Vigo),
con una jesuitina (Henar) y un estudiante del Colegio A Salle de Santiago
residente en la ciudad olívica (Javier).
En 1977 se celebra la primera Asamblea de Galicia, que sirve para
impulsar el nacimiento de nuevos Grupos y elegir una Coordinadora de Galicia, formada por Antonio Peteiro (sacerdote
franciscano de Santiago que, en 1983, fue hecho Arzobispo de Tánger), Henar
Martín (jesuitina de Vigo) y Javier y Montse (matrimonio de A Coruña). Al año
siguiente se añade Jesús Sánchez (sacerdote jesuita de A Coruña). Comienzan a
multiplicarse los Grupos: Ourense, A Guarda, Lugo, Pontevedra… Una buena parte
de los responsables son religiosos; hay algunos sacerdotes y una proporción
significativa de jóvenes.
En 1980 tiene lugar ya una actividad viva y
significativa de la Renovación Carismática en Galicia. Se desarrollan los Ministerios y aparecen Grupos de Profundización en Vigo y A
Coruña. Aumenta la implicación de los seglares. Es importante la Semana de
Oración que se desarrolla durante esa época, cada verano, en la Casa de
Ejercicios de Bastiagueiro.
En 1985, los servidores de los Grupos comparten
una visión común: la necesidad de obediencia y sometimiento para que haya
verdadero crecimiento en la Vida en el Espíritu. Se decide unánimemente que
Jesús Sánchez sea el Coordinador de la RCC de Galicia. Gravemente enfermo,
forma un equipo de cinco colaboradores, a los que exhorta a comenzar una Comunidad de Alianza que tenga como objetivo
primordial el servicio a la Renovación Carismática. A los pocos meses, el 29 de
junio, "Jesusón" pasa a la Casa del Padre. Hay un crecimiento
apreciable de los ministerios de música, jóvenes y matrimonios, con actividades
y Retiros específicos. Se avanza también en el camino de la formación, con
iniciativas como el Curso de Formación de
Servidores (CFS).
En 2004 fueron aprobados, por la Conferencia
Episcopal Española, los Estatutos de la Renovación
Carismática Católica en España (RCCE), erigida a nivel nacional como
Asociación Privada de Fieles. De Galicia surgen iniciativas y responsables que
han tenido trascendencia a nivel nacional: Manuel Carracedo, coordinador nacional;
Rosa Cruz, responsable nacional del ministerio de alabanza; Martiño Rodríguez,
responsable nacional del ministerio de jóvenes, y otros en el ámbito de los
profesionales de la salud.
Cada año, coincidiendo con la Solemnidad de
la Santísima Trinidad, la RCCE celebra su Asamblea
de Galicia. El lema de este 2016 ha sido “Revestíos de entrañas de
misericordia” (Col 3, 12), desarrollado por Eduardo Toraño, sacerdote de la
Archidiócesis de Madrid y profesor de la Universidad San Dámaso.
Existen actualmente en Galicia unos veinte
Grupos de Oración, doce de ellos en nuestra Archidiócesis. Se reúnen
semanalmente para alabar a Dios, escuchar la Palabra, abrirse al Espíritu Santo,
interceder y caminar al estilo de las primeras comunidades. Algo propio del
itinerario formativo de la Renovación es el Seminario
de Vida en el Espíritu (SVE): en siete temas se proclama el kerigma, hasta
llegar a un momento muy especial de oración: la efusión del Espíritu Santo. Se trata de la renovación del propio bautismo; la
persona entra en una relación personal con Cristo vivo, experimenta un nuevo
amor y una nueva libertad para servirle.
En este tiempo de gracia, la Renovación Carismática
está llamada a impulsar la misión y la evangelización, servir a la Iglesia,
promover la cultura de Pentecostés y transformar la sociedad. Y, así, extender
la llama, el empuje renovador del Espíritu Santo, haciendo presente hoy en el
mundo la experiencia de Pentecostés.
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