¿Comunidad de Alianza?
“El que hace la
diversidad, es el mismo que después hace la unidad:
el Espíritu Santo”
(Papa Francisco)
La
Renovación Carismática es una corriente de gracia suscitada por el Espíritu
Santo tras el Vaticano II en las diferentes confesiones cristianas. Desde su comienzo en nuestra Iglesia Católica en 1967, en la Universidad de Duquesne y, poco después, en
la Universidad de Notre Dame (Indiana), la acción del Espíritu Santo suscitó Grupos
de Oración y Comunidades de Alianza. La primera comunidad de este tipo fue la
“Comunidad de la Palabra de Dios” en Ann Arbor (Michigan). Surgió poco después
la Comunidad “Espada del Espíritu”. Hoy en día existen muchas Comunidades de
Alianza en todo el mundo, algunas muy grandes y conocidas, como la “Comunidad
de las Bienaventuranzas” y la “Comunidad del Emmanuel” de origen francés.
Grupo de Oración y Comunidad surgen del
mismo punto: la necesidad de tener unos hermanos cercanos para caminar en la
Fe. Cuando los Grupos de Oración crecen en compromiso, implicación fraterna, profundización
hacia un verdadero proceso continuado de discipulado-misión… dan lugar a nuevas
realidades, como las Comunidades de Alianza.
El
propósito de las Comunidades de Alianza es establecer ámbitos donde se moldeen
las vidas de las personas en un ambiente de fe (estilo de vida) y asegurar que
se lleve a cabo eficazmente la evangelización y la construcción del Reino (apostolado).
Lo que distingue a las Comunidades
de Alianza de los Grupos de Oración es la estabilidad del compromiso de sus
miembros, quienes realizan una “alianza” con Dios y con los hermanos de la
comunidad. La formulación y la duración de la alianza son diferentes en cada
Comunidad. Esta alianza se inspira en las diferentes alianzas que encontramos
en la Biblia: las alianzas con Dios (Gén 15, 1-18; Éx 18, 3-6) o las
alianzas entre personas (1Sam 18, 1-4; 2Sam 3, 12-39; 2Sam 5, 1-3)
o en la alianza matrimonial (Mal 2, 14-16; Mt 19, 4-10; Ef 5,
28-32).
Un hermano de Comunidad, Miguel, que es también miembro de un Grupo de Oración (y posee, por
tanto, las dos perspectivas) lo explica así:
“Un Grupo de Oración, es un lugar de encuentro
de distintos hermanos que han vivido un proceso de conversión en su vida, o
llegan a través de otros hermanos, o simplemente recalan en un Grupo de Oración
por pura Gracia de Dios. En un Grupo se crece a través de la acción del
Espíritu Santo, que va poniendo, a través de la acogida de los hermanos y la
oración, un conocimiento de Cristo Resucitado y de la Palabra viva de Dios.
Esto lleva al hermano a entrar en la alabanza, alegría, adoración y acción de
gracias al Señor. Todo hermano que llega a un Grupo de Oración, recibe el
Bautismo en el Espíritu Santo, previa preparación de siete semanas que le lleva
al conocimiento del Kerigma: “Cristo, muerto y Resucitado” verdadero Amor
derramado y vivo en nosotros. El hermano del Grupo de Oración, entra en la
oración de alabanza, que renueva y expresa lo que vive en su corazón: Cristo
vivo. Esta es la transformación de la
persona desde lo profundo del corazón hacia el exterior, el mundo. El hermano,
se transforma -por la acción del Espíritu Santo- en un apóstol vivo, que deja
actuar al Espíritu Santo en él, para que derrame sus dones y carismas y que
proclame a través de su testimonio que Jesucristo vive y es el Señor.
El hermano que llega a una Comunidad
de Alianza, lo hace normalmente porque ha experimentado una llamada interior en
su corazón, por parte del Señor, para un
mayor compromiso. Esta llamada, en la Renovación Carismática, se produce en
hermanos que han ido creciendo en el Espíritu, a través de los años, en los
grupos de oración y en fidelidad al Señor en los mismos. La entrada en una
Comunidad, conlleva una respuesta y
compromiso con otros hermanos para evangelizar con el carisma propio de la
Comunidad. La Comunidad de Alianza, es un comprometerse con otros hermanos a través
de una Alianza (Alianza que en un grupo de oración no existe) que se renueva
cada cierto tiempo. Es un compromiso de oración personal y también en
comunidad, es compromiso de evangelización, de revisión de vida, de
fraternidad, de formación, de comunión y de un mayor crecimiento en la Fe. Es
estar comprometidos con otros
hermanos y dispuestos para la acción del
Espíritu Santo.”
Las
Comunidades Carismáticas de Alianza son diferentes entre sí. Hay gran variedad
de orientaciones culturales y teológicas. Las dos constantes comunes son: la
promoción del estilo de vida cristiano y el compromiso apostólico. El estilo de
vida abarca la oración personal y comunitaria, el compartir de vida y de bienes,
la corrección fraterna, el acompañamiento espiritual… El apostolado depende de
la inspiración del Espíritu para cada comunidad: unas estarán enfocadas en la
evangelización en uno u otro ámbito, otras en la oración y e la vida espiritual
y otras en la acción social.
“La
originalidad de las nuevas comunidades consiste frecuentemente en el hecho de
que se trata de grupos compuestos de hombres y mujeres, clérigos y laicos, de
casados y célibes, que siguen un estilo particular de vida (…) Estas nuevas
asociaciones de vida evangélica no son alternativas a las precedentes
instituciones (…); son también un don del Espíritu para que la Iglesia siga a
su Señor en una perenne dinámica de generosidad, atenta a las llamadas de Dios
que se manifiestan a través de los signos de los tiempos” (San Juan Pablo II,
Vita Consecrata Nº 62).
La Renovación Carismática vive un momento crucial. La acción lúcida y decidida del Papa Francisco ha dado lugar al CHARIS: comienza un tiempo nuevo por todo el mundo y, en particular, en España. El Espíritu Creador se mueve y es capaz de vencer la parálisis, los miedos, los rechazos y exclusiones, la rigidez... Va abriendo rendijas por las que se cuela la gracia: promover el bautismo en el Espíritu, el ejercicio de los carismas y la dimensión ecuménica de la Renovación Carismática sirviendo a la unidad de los cristianos, fomentar la comunión de corazón y de acción entre diferentes realidades dentro de la Renovación.
Grupo de Oración y Comunidad surgen
del mismo punto de partida: la necesidad de un grupo de hermanos cercano para caminar en la Fe. Lo que marca después la diferencia es, fundamentalmente, el grado de compromiso, de compartir
espiritual y material, de comunión de santos y pecadores, de verdadero proceso
continuado de discípulos-misioneros.
Familias
Invencibles es una fraternidad abierta a todos los niveles de implicación o
compromiso: vienes cuando quieres, a lo que te parece y le va bien a tu familia…Es
un fruto, un ministerio de Comunidade Caná,
que es una Comunidad de Alianza y, por tanto, supone una llamada a un proceso
concreto de compromiso y entrega de la vida.
La clave está en la llamada de Dios (aquí y
ahora) y nuestra respuesta -como familia- a ella. Una
buena parte de las familias que participan en FF. II. están llamadas a vivir en Comunidades de Alianza -como Comunidade Caná- o en otras realidades y expresiones de la desbordante corriente de gracia que es la Renovación. Muchos de estos hermanos ya han sentido incluso la llamada… pero la respuesta
tiene una parte de salto al vacío, sin garantía alguna de éxito; de confianza a pesar de los miedos. ¡Es
la gracia… y la fe!
1 comentarios
Sin duda siempre una comunidad espiritual es muy buena, donde todas las personas esten ahi para apoyar
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