Comunidade Caná

Comunidad Católica de Alianza integrada por familias en el seno de la Renovación Carismática

¡Hagamos la Revolución!

By 17:16

    Como una epidemia (individualismo), aumenta el número de individuos humanos -también cristianos; incluso pastores, religiosos, sacerdotes, obispos...- aparentemente conectados entre sí, pero existencialmente solos y aislados, sin desarrollar su capacidad para estar y encontrarse en el otro, para la intimidad y la generatividad, para relacionarse “saliendo del propio amor, querer e interés” (S. Ignacio de Loyola).
    Vivir en COMUNIDAD (eso es vivir cristianamente) resulta hoy contracultural, verdaderamente revolucionario: es vivir desviviéndose por el otro«Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mi no puede ser discípulo mio. Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar. ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.» (Lc 14, 26-33). Somos la revolución: el compromiso y la tarea, concretos, de entregar la vida, toda la vida, por Amor.


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