Confi(n)ados: ¡avanzad !
Entramos en un nuevo tiempo. Este “nuevo tiempo” es el DESIERTO. El desierto es el lugar escogido por Dios para demostrar a su pueblo elegido -al que ha liberado de la esclavitud- cuánto le ama. En el libro del profeta Oseas se nos muestra a Dios como un esposo enamorado de Israel, su pueblo elegido. Israel obra como una mujer inquieta y mirada por muchos hombres. Israel se olvidó de Dios y se fue con otros. Y Dios se molestó y decidió castigarla: «¡Acusad a vuestra madre, acusadla! Porque ella no es mi esposa, ni yo soy su marido» (Os 2, 4). Pero Dios no pudo castigar a su esposa, porque verdaderamente la amaba. ¿Y qué es lo que hizo con su esposa a la que amaba? Llevarla al lugar donde le mostró todo su amor: el “desierto”. «Pero yo la atraeré y la guiaré al desierto, donde hablaré a su corazón» (Os 2, 16).
El Señor nos ha hablado proféticamente: «No veis. ¡Confiad! Yo veo en vosotros. ¡Avanzad! ¡Avanzad! ¡Avanzad!». Este es un nuevo tiempo, es un tiempo de «prueba» -querido y amado por Dios- para su pueblo, al que ama y no puede dejar. Esta es una nueva oportunidad para un encuentro más profundo y confiado en Él y sus maravillas. Es el tiempo del Espíritu Santo: «El Señor caminaba delante de los israelitas. No se apartaba de delante del pueblo ni la columna de nube, de día, ni la columna de fuego de noche» (Ex 13, 22).
AVANZAR ABANDONAR OBEDECER CONFRONTAR ANUNCIAR (sembrar) VIVIR en el ESPÍRITU SIN RESERVAS
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