La vida es así...
Una historia de Amor
"Que la esperanza os tenga alegres... Estad firmes en la tribulación. Sed asiduos en la oración." (Rom 12, 12-13)
El Señor mira con ternura infinita, enamorado, nuestra enfermedad y debilidad. Contempla el sueño que ha sembrado en nosotros y cómo, cual trigo entre la cizaña, va floreciendo: familias -niños, jóvenes y mayores- en comunión.
Él nos ofrece la vida pujante del Espíritu, sin recortes ni hipotecas. Una vida que no conoce ocaso. Es la vida que comparto con Montse; con Martiño, Inmaculada y Lucas; con Lucía, Danilo
y Mateo; con Olalla; con mis hermanos y hermanas de Comunidade Caná... La vida que, por Su Misericordia, escogí hace medio siglo -a los dieciséis años- dando un puñetazo en la mesa. La vida que saboreo cuando me falta el aire, cuando todo está oscuro y se me va la cabeza. ¡Es mi (¿?) Vida: un inmenso don Suyo!
Elijo de nuevo, hoy, un día más... vivir de Dios, vivir en el Espíritu. Y no hay más: ¡la Vida es así! La Vida definitiva, la que viviré -la que me vivirá- por años y años y años sin término.
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