Comunidade Caná

Comunidad Católica de Alianza integrada por familias en el seno de la Renovación Carismática

En Su nombre, ¡echa a andar!

By 9:26 ,

 «En nombre de Jesús Nazareno, echa a andar» (Hch 3, 1-7)

 


«Pedro y Juan subían al templo a la hora de la oración, hacia las tres de la tarde. Había allí un hombre, paralítico de nacimiento, a quien todos los días llevaban y colocaban junto a la puerta Hermosa del templo para pedir limosna a todos los que entraban. Al ver que Pedro y Juan iban a entrar en el templo, les pidió limosna. Pedro y Juan lo miraron fijamente y le dijeron :

- Míranos.
Él los miró esperando recibir algo de ellos. Pedro le dijo:
- No tengo plata ni oro; pero te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, echa a andar.

Y tomándolo de la mano derecha lo levantó. En el acto, sus pies y sus tobillos se fortalecieron. Se puso en pie de un salto y comenzó a andar».

El mendigo que pide limosna representa a nuestras familias. Las familias que conocemos, que nos rodean, que viven en la pobreza de la falta de espiritualidad, la avaricia, la confusión, el desorden... Y nos representa también a nosotros, en la medida en que estamos inmersos en el mundo y contagiados de él: adormecidas nuestras conciencias, con materialismos e ídolos, y con cojeras humanas y espirituales. La Palabra dice que este hombre era cojo. Su cojera trae como consecuencia la pobreza en la que vive. Y pide... algo. Nosotros también podemos estar pidiendo algo: una receta, un consuelo, un desahogo, una solución a alguna dificultad.

Pedro y Juan son los apóstoles que están llenos del Espíritu Santo. Nosotros hoy, queremos ser Pedro y Juan para todos vosotros. Y deciros: ¡Miradnos!. Sólo somos un matrimonio como vosotros, llenos de imperfecciones. No tenemos dinero, no somos superiores. Ni tenemos la solución a vuestros problemas. Pero os damos lo que poseemos: en nombre de Jesús de Nazaret, ¡poneos a andar!

En nombre de Jesús el Señor, ¡adelante! Recobra fuerzas para seguir, para continuar. No te quedes paralizado. No vivas decepcionado o frustrado en tus expectativas de cara a tu familia. Hay mucho camino por delante y Dios está contigo.

“Y tomándole de la mano derecha le hizo incorporarse”. Al instante, se fortalecieron sus piernas y sus tobillos, se puso en pie de un salto y comenzó a andar. Luego, entró con ellos en el Templo por su propio pie, saltando y alabando a Dios.

Podemos destacar en la actuación de Pedro y Juan dos cosas: 

  1. Una mirada distinta -espiritual- sobre este hombre cojo.
  2. Una cercanía especial, también corporal: “le cogió de la mano”.

Esta Palabra tiene como objetivo fortalecernos en la fe. Y hacer que, definitivamente, demos un salto. El salto que dio el mendigo de este episodio. Dejar de ser mendigos de las cosas de este mundo, recogiendo migajas... para pasar a ser apóstoles, enviados en su Nombre a dar lo que Dios mismo nos ha dado a nosotros. No nos dice el pasaje qué fue de aquel mendigo, pero lo imaginamos. Su vida sería un dar testimonio de las maravillas de Dios y dejar atónitos y asombrados a los que le conocían de antes.

Hemos sido llamados a una vocación preciosa y trascendental: ser familias cristianas que con su testimonio de vida le dicen al mundo que son obra de un Dios vivo, un Dios que sigue actuando hoy en medio de su pueblo.

Enviados en su Nombre a dar lo que Dios mismo nos ha dado a nosotros

Señor, Tú lo sabes todo, Tú conoces toda nuestra vida, nuestras necesidades, las veces que hemos mendigado ayuda, comprensión, amor... y nuestras frustraciones por no conseguirlo. Tú vienes hoy a cogernos de la mano, a mirarnos de una manera nueva.

Queremos dejarnos mirar por Ti, que Tú nos sanes. Y dar también nosotros un salto, ponernos en pie y caminar para siempre a tu lado.
Así sea.

Preguntas para la reflexión de la Palabra:

  • ¿Cómo está mi familia? ¿Está débil y coja como el mendigo o está fuerte y afianzada en Jesús como Pedro y Pablo, y se siente llamada a anunciar su nombre?
  •  En base a la respuesta anterior, ¿qué tengo que hacer?

«Haced lo que Él os diga»
Comunidade Caná

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