Comunidade Caná

Comunidad Católica de Alianza integrada por familias en el seno de la Renovación Carismática

Letra y... música

By 22:19


En un canto, letra y música constituyen una unidad

La música es un lenguaje universal. Todos podemos entenderlo: la melodías nos mueven, las letras nos inspiran... En un canto, letra y música constituyen una unidad que da como resultado una composición final: una experiencia que puede ser personal o de equipo.

No debería haber dicotomía entre música y letra. Ambas son importantes en una canción, en un canto. Sin la melodía, la letra pierde esa chispa, ese ambiente que le da sentido; sin la letra, la melodía no tiene dirección y pierde de esa potencia que le da el sonido de las palabras así como su significado. No es lo mismo decir “na na na” que decir “te amo”.

¿Qué tiene de especial la letra?

Aunque, por extraño que parezca, algunas de las mejores piezas de música escritas a través de los tiempos están completamente desprovistas de letra de cualquier tipo. Desde las Variaciones Goldberg de Bach y los conciertos para piano de Mozart, hasta las sinfonías de Beethoven y los preludios de Debussy. Hay demasiadas obras maestras de música instrumental en lo que llamamos música clásica para mencionarlas todas aquí. Esto a su vez se ha traducido en música instrumental contemporánea como el tecno, ciertos géneros de jazz o incluso piezas de heavy metal llenas con solos de guitarra largos y complejos que parecen un sustituto de cualquier parte vocal. Entonces, ¿qué tiene de especial la letra? ¿Es el sonido de la voz humana independientemente de las palabras mismas? ¿Es el mensaje detrás de esas palabras? ¿O es la combinación perfecta entre música y letra? La música y la letra se complementan, y la canción es más grande que la suma de sus partes: la resonancia emocional creada por esta combinación es algo tan atractivo que trasciende cualquier tipo de explicación lógica.

Música y letra está llamadas a constituir un todo indivisible

Todos podemos recordar canciones que hemos escuchado y se nos han quedado grabadas en nuestro interior. Sus palabras, notas, intervalos, silencios... hacen que nos sintamos identificados con lo que oímos y suscitan un vínculo que nos hace evocar experiencias, emociones y sentimientos inspiradores. En el caso de la música cristiana, esto tiene que ver siempre con una experiencia de fe: algo se mueve en nuestra alma, en nuestra relación con el Dios vivo, con el Espíritu Santo que toca alguna fibra de la criatura que somos nosotros... Dios, encarnado en Jesús, se encuentra con nosotros.

¿Cómo empezar una canción?

¿Qué viene primero a la hora de crear una canción: la música o la letra? Comenzar la creación de una canción de distintas maneras produce canciones completamente diferentes. Si el proceso es diferente, obtendremos diferentes resultados. Cada una de estas formas tiene sus limitaciones en la creación, pero a la vez nos da ciertas libertades y nos inspira a crear cierto tipo de canción.

  • Comenzar por la letra nos da libertad a la hora de escribir, no estamos ajustados a la melodía o los compases de la canción y podemos usar las silabas o rimas que queramos además del mensaje que queramos dar en la letra. El ambiente, ritmo y el sentido de la canción vienen dados por el ritmo de las silabas. Comenzar por la letra, suele producir letras mas complejas, con un mejor contenido...
  • Empezar por la melodía nos da libertad musical. La letra de la canción se ajusta al ritmo de la melodía y de la canción, adquiere el sentido y sentimiento de la música y luego se lo enfatiza. Los géneros como el Rock y el Pop comienzan por la melodía. En realidad, es fácil de reconocer qué canciones empezaron por la melodía cuando podemos tararearla y la canción sigue siendo identificada. Por ejemplo, «Cumpleaños feliz».
  • Empezar por el título: El titulo nos sugiere mucho, puede determinar el ambiente, el tema y nos da una dirección para la letra y la melodía.
  •  Comenzar por una frase: Similar a comenzar por el titulo, utilizar una frase es otra de las formas más frecuentes de hacer una canción. De una frase muy simple puede surgir una gran canción.


No podemos juntar cualquier letra con cualquier música

Dicho todo esto, en nuestro servicio musical como discípulos misioneros hemos de tener muy presente la profunda interrelación entre la música y la letra de un canto: no podemos juntar cualquier letra, cualquier frase de la Escritura, con cualquier música... sin tener muy en cuenta y discernir bien cuál es el sentido, el objetivo, el ámbito en el que la canción resultante va a ser empleada. Esto es especialmente delicado en la música litúrgica.

Aprovechar -por ejemplo- una melodía conocida y exitosa comercialmente, para versionarla con una letra muy piadosa y profunda y utilizar la canción resultante para la oración comunitaria o una celebración litúrgica, con el pretexto de que la gente cante con más motivación y agrado...no sería, en principio, una buena opción.

La música refuerza el poder evangelizador de la Palabra

Música y letra está llamadas a constituir un todo indivisible: oración, puente, canal, manifestación de Dios. La música refuerza el poder evangelizador de la Palabra, la música pone alas a la Palabra y se convierte en un arma de luz y verdad. Mediante la palabra hecha canto, el poder del Espíritu Santo se abre camino para actuar en el corazón que le necesita y le busca. Y, de este modo, un canto puede ser, como dice S. Agustín, "instrumento de justicia, vínculo de corazones, reunión de almas divididas, reconciliación de discordias, calma de los resentimientos e himno de la concordia".

La música pone alas a la Palabra y se convierte en un arma de luz y verdad

La unción de un canto, lo que este canto transmite espiritualmente, no se deriva de la música o por la letra aisladamente, sino de un conjunto complejo y delicado. Estamos en una época en donde todo pareciera que está al revés. Una época banal, en la que que todo tiene que ser inmediato, en la que no se respetan los debidos procesos y se apuesta a resultados no solo inmediatos, sino vacíos por falta de consistencia. Ha dicho hace poco Joan Manuel Serrat: “La música es una casa muy grande. Lamentablemente, a la buena música solo le permiten pasar por una ventana muy pequeña en la parte posterior de esta casa”. Tenemos que ampliar esa ventana y convertirla en un ventanal enorme. Es importante crear, cantar y tocar desde la luz, iluminar nuestros espíritus desde la belleza, porque, como decía Platón, «creer en la luz es hermoso, especialmente, de noche».

Javier de Montse - Comunidade Caná   /   El Espíritu Santo en clave de sol


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