Re_comenzar
Comienzo por recomendar un libro profundo: «El arte de recomenzar», de Fabio Rossini. Este libro nos invita a discernir y vivir siempre reconstruyendo nuestra propia existencia, pertrechados con el arte de la humildad.
No me voy a meter ahora en teologías propedéuticas, como diría Chus Villarroel. A mí lo que me urge es que comienza un nuevo curso, realmente un comienzo de año. Los judíos celebran este comienzo del año Rosh Hashaná en el mes de Tishrei (mitad de septiembre a mitad de octubre). Concretamente, en este 2023, el día 15 de septiembre se celebra el año 5784 desde el día en que Dios creó el mundo. Así que el calendario judío va más con nuestro año escolar.
Ante este comienzo de curso estamos tan desbordados de tareas, de organizar y sincronizar, que nos podemos olvidar de que «no hay nada nuevo bajo el sol» (Qo 1, 9). Andamos inquietos... y «sólo una cosa es importante» (Lc 10, 41). Nos seguimos afanando por conseguir sacar adelante nuestras cosas y casas, pero «en vano se cansan los albañiles» (Sal 126, 1).
Jesús susurra al corazón de todos: «No os inquietéis, pues, por el mañana; porque el día de mañana ya tendrá sus propias inquietudes; bástale a cada día su afán» (Mt 6, 3).
Es verdad la sabiduría del Eclesiastés: “Lo que ya ha acontecido volverá a acontecer; lo que ya se ha hecho se volverá a hacer” (Ecl 1, 9). A veces podemos parecer “Sísifos”: nuestra vida está llena de inicios, despedidas y reinicios. La Buena Noticia, querida familia, es que con Jesús cada día es nuevo: «Mira, hago nuevas todas las cosas: Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin» (Ap 21, 5)
Aquí va la dinámica: se trata de construir un nuevo curso, sabiendo que siempre podemos recomenzar edificando sobre la Roca; por eso os propongo hacer una edificación con Jesús como base de la construcción.
DINÁMICA:
1. Recopilar material para hacer una construcción, con piezas que se van poniendo unas encima de otras, vasos de papel o plástico, vasitos de los yogures o flanes, bloques de madera o resina de algún juego de niños; será lo que tengamos más a mano.
2. Cogemos 5 piezas y les añadimos las letras pegadas con celo: JESÚS.
3. Al resto de piezas vamos a añadirles valores, cosas, intenciones, personas que puedan ayudarnos a construir este curso. Las escribimos en un papel. Las pegamos con celo.
4. Vamos toda la familia añadiendo una pieza poco a poco. Podemos hacerlo durante unas semanas. Cada día pondremos alguna pieza; así daremos más sentido y significado a lo que queremos construir. Si Jesús está en el centro de esta nueva etapa que comenzamos, será prioritario encontrar tiempo para rezar.
¡Feliz recomenzar! No dejéis de echarle un vistazo al libro de Fabio. Y ya sabéis, a curso nuevo... ¡libros nuevos! (Mt 9, 17).
Fernando de Susana - Comunidade Caná
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