Encuentro Pascual en Allariz
La Comunidad acoge la singularidad de cada familia, creando unas relaciones fraternas, aprendiendo unos de otros en la oración y el compartir humano, espiritual y material, en la línea de las primeras comunidades cristianas (Hech 2). Cada familia de la Comunidad camina como Iglesia doméstica. Nuestro modelo es la Familia de Nazaret. Hacemos oración en familia al terminar el día: Rosario, Vísperas, lectura de la Biblia acorde con los tiempos litúrgicos...
Cada familia se compromete a rezar por las otras familias de la Comunidad y a mantener una comunicación cercana, tanto los adultos como los jóvenes y los niños, a visitarnos unos a otros y compartir de cerca nuestras dificultades y alegrías, luces y sombras... Es motivo constante de nuestro compartir, en primer lugar, nuestra propia vida -para crecer espiritualmente y dar mayor gloria a Dios- y, en segundo lugar, nuestro servicio a la Iglesia.
Todas las familias necesitamos un espacio de intimidad y un espacio de apertura a los otros. Es importante mantener estas distancias. Cada familia ha de ir haciendo su propio camino con el Señor: camino de amor y oración, acción y contemplación, vida familiar y vida de servicio a la Iglesia. Comunidade Caná es una comunidad de comunidades.
Propiciamos la formación cristiana de todos los miembros de la Comunidad. Una formación bíblica, doctrinal y espiritual que va encaminada a servir a la Iglesia, fundamentalmente en el campo de la familia. Se cuida de modo especial el trato con los sacerdotes.
Cuando así lo pide una familia, la Comunidad trata de potenciar, apoyar y ayudar la acción evangelizadora que está realizando en el lugar donde vive. La Comunidad va creando un estilo evangelizador propio que tiene como elementos principales la oración y el testimonio.
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